Ya hace casi dos semanas que acabó el curso de Kyudo de Semana Santa en Requena, pero creo que todos los que estuvimos allí seguimos recordando algunos momentos vivido. Tal vez recordemos la intensidad del frío y del viento, que nos acompañaron casi todos los días, o las comidas que compartimos, o algún momento durante la práctica en la que el tiempo pareció pararse y ocurrió algo en nosotros difícil de poner en palabras. Seguro que fueron muchas, y muy diferentes las experiencias vividas pero, sin duda, una de las mejores fue poder compartir con todos vosotros esos días, con el desafío de la naturaleza pero el calor de vuestros corazones. Diferentes participantes, de muy diferentes lugares (Abu Dhabi, Alemania, Austria, Alicante, Almería, Barcelona, Madrid, Valencia...) pero un mismo corazón abierto y sensible, una misma familia, nuestra familia del Kyudo, de ese Camino del Arco que recorremos juntos para poder descubrir algo más de nosotros mismos y de la vida. Espero qu
