KYUDO Y HAMA-YUMI
Buenas tardes. Ahora tenemos la
estación más bonita en Kyoto. ¿Cómo está vuestra mente? ¿Sois todos felices?
Hoy mi charla es sobre kyudo y Hama-yumi. Estas ideas se han transmitido desde
el pasado, pero también voy a hablar sobre algunas de mis propias ideas.
El tiro con arco occidental está
basado en la idea de darle al blanco. No hay otra razón para hacerlo. Los arcos
occidentales están hechos muy científicamente para ese propósito. Sin embargo,
los arcos japoneses están hechos de bambú, que es cortado por personas. Ya que
están hechos de una forma natural no hay dos iguales, cada uno es diferente.
Hacer un yumi es muy difícil y tensar un yumi también es difícil. En el tiro
con arco occidental también hay unos pasos para tensar el arco, pero el
objetivo es completamente diferente.
El kyudo es muy difícil, pero no
importa si le das al blanco o no. En el antiguo Japón el kyudo era la forma más
elevada de etiqueta. Un samurai también tenía que conocer la etiqueta apropiada
asociada con la equitación, la esgrima y la lanza. En la época de Nobunaga se
introdujeron en Japón las armas de fuego. Eran más precisas, pero hacían mucho
ruido cuando se disparaban. El yumi era silencioso y uno nunca sabía de dónde
venía la flecha, así que el Shogun Tokugawa prohibió el uso del yumi en las
batallas. Se convirtió entonces el yumi en un medio de disciplina espiritual y
de aprendizaje de etiqueta. Es también en esta época cuando nace el Hama-yumi.
El Hama-yumi, o “yumi destructor del mal” se utiliza como un medio de
purificación. Para purificar el entorno y tu propio espíritu. La imagen budista
de Amitaba se muestra a veces con un yumi y un ya en sus manos. ¿Por qué el
ideal budista de paz y compasión está conectado con armas violentas? Porque no
son armas de violencia. Son armas de purificación.
Hace
unos 700 años, apareció un demonio en el palacio imperial. Salía de noche y
ponía enfermo al emperador. Enviaron al palacio a un hábil arquero llamado
Yorimasu Minamoto que mató al demonio con su primera flecha. El emperador
recuperó su salud y Yorimasu fue ascendido. Este fue el principio del
Hama-yumi. ¿Qué podemos aprender del Hama-yumi? Es para limpiar la mente.
Originalmente, el Shihobarai (Ritual de Purificación de las Cuatro Direcciones)
se realizaba con el Hama-yumi. Todos estamos rodeados de “fantasmas
hambrientos” –tentaciones, deseos, pensamientos negativos y demás. El haya, la primera flecha, es para
exorcizar a estos fantasmas hambrientos. El otoya,
la segunda flecha, simboliza dar la bienvenida a la felicidad ya que uno ha
sido purificado.
¿Cómo
está todo esto conectado con el kyudo? El kyudo está basado en estrictas reglas
de etiqueta. Es una competición con uno mismo. En los deportes uno intenta ser
un campeón, pero en kyudo no es así. El blanco no es un blanco. Es un espejo de
tu propia mente. Las personas tienen siete emociones básicas o corrupciones:
felicidad, enfado, codicia, expectativa, tristeza, miedo y sorpresa. La
finalidad del kyudo es abrirse camino a través de estas corrupciones para
experimentar mu, vacuidad. Mucha
gente practica meditación, pero tras quince o veinte minutos uno se inquieta y
quiere acabar. Kyudo es zen permaneciendo en pie. Todas estas esperanzas y
deseos y pensamientos mientras estás tensando el yumi, tales como “quiero darle
al blanco, quiero tener un buen estilo” harán que el ya vuele a algún otro
sitio.
Conócete a ti mismo. Primero conoce
tu mente y después puedes practicar kyudo. Si tu mente es correcta le darás al
blanco de forma natural. Es lo mismo con toda tu vida, no sólo en kyudo. Si
estás siempre dándole vueltas al blanco o al resultado, no se puede conseguir
nada bueno. Si siempre miras primero hacia ti mismo –tus propios pies, tus
propias bases, entonces las cosas irán correctamente de forma natural. La
palabra “do” en kyudo
significa “camino”. Es difícil hablar de este concepto de “do”. Practicar el
camino del kyudo es muy difícil, aunque la gente piense que es fácil. Esto
también es verdad para el camino de las flores, del té y demás. La práctica del
“do” no tiene concepto o meta. El tipo de kyudo que me gustaría que
entendierais no se basa en hacerse mejor y mejor. Esta disciplina es un medio
de limpiar o pulir tu propia mente a través de la propia reflexión.

(Shibata
Sensei XX dio esta charla en mayo de 1985 en el Grupo de Estudio del Dharma de
Kyoto con ocasión de su presentación al grupo de un Hama-yumi, un arco especial
utilizado en rituales de purificación)
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario. Aparecerá publicado en cuanto sea aprobado.