LA BONDAD DEL KYUDO
Un elemento importante en el
kyudo es la bondad. La idea de bondad, que también incluye cualidades como la
cortesía, la compasión, la moralidad y la no agresión, está estrechamente
asociada con la búsqueda de la verdad. Cuando pensamientos o acciones negativas
entran en el kyudo, la mente se nubla y el tiro se estropea, haciendo imposible
separar la realidad de la falsedad. El enfado, por ejemplo, crea una tensión
excesiva en el cuerpo, lo que hace que la suelta sea forzada y el sonido del Tsuru
al lanzar la flecha apagado. Si la flecha da en el blanco, hay posibilidades de
que el arquero siga sin darse cuenta de la pobre cualidad del tiro simplemente
porque su mente y espíritu estaban en un estado oscuro y cerrado.
Por otra
parte, una actitud y un comportamiento adecuados, en combinación con la sencilla
etiqueta, crean un estado de calma mental y física que gradualmente se
convierte en una parte normal de la vida diaria. Estos “buenos modales” afectan
a nuestra mente, a nuestro espíritu, a nuestra actitud ante la vida. La práctica
del kyudo, cultiva nuestro cuerpo y nuestra mente, ayudándonos a mantener una
mente en calma, bien equilibrada, y disciplinada en todo momento—incluso cuando
se enfrenta con acontecimientos o circunstancias desagradables. El “secreto”
para conseguir esa mente de forma natural es tratar los momentos ordinarios
como especiales, entonces los acontecimientos especiales parecerán incidentes
diarios.
El kyudo también nos ayuda a abrir
el corazón, y cuando esto sucede, aprendemos a evitar las trampas del odio, la
venganza, el egoísmo y los celos. Dejamos de poner excusas cuando nuestra
flecha no da en el blanco, y no mostramos resentimiento hacia otros cuyos tiros
son mejores que el nuestro. En su lugar, somos honestos con nosotros mismos,
reconocemos lo que sentimos y buscamos lo que nos falta y, una vez descubierto,
no escatimamos tiempo y energía para trabajar en ello, para mejorar la técnica
y poder seguir profundizando en la experiencia.
Se dice a menudo que en esta era
moderna la búsqueda de la satisfacción personal ha causado que la raza humana
se haya alejado mucho de los valores tradicionales. En la actualidad, parece
que la cortesía y la compasión se han convertido en comodidades
comercializables, que en todas partes la gente no hace nada por los demás a menos
que esperen recibir a cambio algún tipo de compensación. Si esto es así,
entonces quizás el kyudo, con su énfasis en la introspección y la superación
personal, puede motivarnos a cada uno de nosotros a examinar nuestros propios
motivos para hacer el bien y animarnos a extender un poco de amabilidad hacia
los demás simplemente porque es una cosa buena y adecuada que hacer.
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